Regula tus emociones

page-banner

Podemos todos hacerlo

Cualquiera puede regular sus emociones. Tanto si tienes 5 o 100 (¡hasta donde sabemos, la persona de más edad que lo usa tiene 105!), si tienes diversidad funcional o cognitiva, o si lo has intentado todo, puedes hacerlo. La regulación emocional Tipi es simple de aprender y, una vez que te hayas apropiado de este proceso, verás que tienes el poder de regular tus emociones por ti mismo, sean cuales sean las circunstancias.

¿Por qué funciona?

Con la regulación emocional Tipi, no hay necesidad de hablar o analizar lo que nos pasó. Sencillamente tendremos que mirar nuestras emociones a través de las sensaciones presentes en nuestro cuerpo. Y no necesitamos a nadie más para ello!

¿Sabes por qué funciona esto? Porque, la raíz de cualquier emoción indeseable siempre está ligada a un trauma registrado en la memoria de nuestro cuerpo, y esto se manifiesta en las sensaciones físicas. Las personas de todas las edades son capaces de «escuchar» estas sensaciones físicas dentro de sí mismos, y al hacerlo, tenemos la capacidad natural de atravesarlas.

Entonces, ¿cómo hacerlo?

Hay dos maneras de hacer esto:

1. En cuanto experimentas une emoción desagradable

Nuestra capacidad de regulación emocional es un proceso fisiológico natural que podemos activar tan pronto como sentimos una emoción desagradable. Es tan fácil e intuitivo que niños de tan sólo 5 años pueden hacerlo ellos mismos. También ofrecemos cursos de formación para enseñarte cómo ayudar a los niños a partir de los 2 años y a niños con problemas cognitivos.

2. Una vez que la emoción ha pasado

Sólo podemos activar nuestra capacidad natural de regulación emocional en el momento en que estamos experimentando una emoción desagradable. Sin embargo, un profesional formado por la Asociación Tipi puede acompañarte a regular una emoción que quieras quitarte de encima aunque no se esté manifestando en ese momento.

Puedes encontrar la mejor ayuda profesional para ti aquí. (Por favor, ten en cuenta que las consultas profesionales no se hacen con niños menores de 10 años o personas con un trastorno cognitivo grave).

Entonces, ¿cuándo consultar a un profesional?

Aquí hay algunos ejemplos:

  • Tengo que hacer algo pronto que suele provocarme emociones desagradables. Por ejemplo, voy a tener que hacer un examen y sé que siempre tengo pánico durante un examen.
  • No es apropiado o posible regular una emoción en ciertas situaciones. Por ejemplo, tengo miedo de conducir pero no puedo regular ese miedo mientras conduzco.
  • Necesito sentir una presencia tranquilizadora para regular mis emociones. Por ejemplo, aunque sé que es muy simple y que no presenta ningún riesgo, tengo miedo de probarlo solo, prefiero ir acompañado.
  • No puedo entender qué me está causando la emoción no deseada de la que quiero deshacerme. Por ejemplo, nunca puedo decir «no» a mis hijos, pero no puedo precisar exactamente cuándo siento la emoción que me impide decir «no».
  • Me gustaría una ayuda regular y completa para regular mis emociones conscientes e inconscientes. Por ejemplo, me gustaría establecer una relación alegre y satisfactoria con toda mi familia.
  • Sufro de trastornos psicosomáticos. Por ejemplo, mi eczema está claramente vinculado a mis emociones, pero no sé cómo hacer la conexión.
  • Me gustaría usar la regulación emocional como una medida preventiva para mi salud… porque sé cómo las emociones afectan a mi salud física. Por ejemplo, hoy estoy en gran forma, pero quiero aligerar todas mis emociones negativas para darme todas las oportunidades de envejecer sintiéndome saludable y feliz.
  • Sufro de trastornos compulsivos y de comportamiento que me impiden vivir mi vida de forma sencilla. Por ejemplo, miro constantemente mi teléfono para asegurarme de que no he recibido un nuevo mensaje o notificación, o tengo que revisar varias veces que he cerrado mi casa o mi coche para asegurarme, aunque sé que lo he hecho.